A contratiempo revista digital

A Contratiempo
Recuerde escribir las tildes
ISSN 2145-1958 | Martes 23 de Abril del 2024 | RSS

De música, crisis y transformaciones tecnológicas

La muy publicitada crisis de las grandes industrias musicales, comunmente denominadas majors, tiene como trasfondo una serie de cambios tecnológicos que lograron desligar los procesos de creación, producción, y distribución musical, de las estructuras de funcionamiento de las majors. Muchos de los músicos comenzaron a autoproducirse o a recurrir a servicios de nuevos pequeños estudios independientes. El giro de las formas de hacer música, y de las prácticas musicales asociadas a estos, fue rotundo. Rápidamente el dinero del negocio musical dejó de estar concentrado en la venta de fonogramas, y se reubicó en la venta de tiquetes para las presentaciones en vivo. Coincidió este cambio con el posicionamiento de Bogotá, y en general de Colombia, como parada obligada de los músicos internacionales que cada vez más extienden sus giras por el circuito latinoamericano.

Las implicaciones de la disponibilidad y abaratamiento de las tecnologías musicales, y del surgimiento de actores musicales menos tradicionales en esta nueva configuración transforman las perspectivas de quienes analizan de los fenómenos sonoros. Por tanto, A Contratiempo 15 ha hecho una recopilación de artículos que reflexionan sobre la tecnología como tema transversal a sus preocupaciones puntuales.

De los impactos tecnológicos en la producción musical se refiere el artículo de David Machado, quien aúna su experiencia de productor con la de un recuento minucioso de producciones locales especialmente en Medellín. Felipe Cárdenas introduce una perspectiva innovadora con el análisis del impacto de la circulación de la música carranguera a través de Youtube, y su incidencia en la creación de un nuevo sujeto interactuante.

De otra parte, el trabajo realizado con la colección Cuéllar de registros de audio incluye una presentación del trabajo de catalogación, conservación y digitalización de las obras musicales. Así, Gloria Millán permite aproximarse a los gustos musicales de buena parte del siglo XX en Bogotá y el país. Coincide entonces con la preocupación de Jaime Cortés con la exploración del tango Chocoanita del músico boyacense Anastasio Bolivar, que contribuye al a comprensión de los años veinte del siglo pasado. En la misma línea de reflexión se inscribe el artículo de Jaime Quevedo sobre aspectos puntuales del análisis documental de la memoria sonora en nuestro país. En esta tendencia acompaña también el artículo de Rafael Sánchez sobre la identidad sanandresana a partir de la música que circula en la isla y su articulación a las prácticas culturales. Cierra el grupo de preocupaciones por las transformaciones de músicas locales el análisis de la joven investigadora Paola Martínez, quien trabaja sobre el fenómeno de la transculturación en la música tradicional de la ciudad de Popayán.

Quizá uno de los compositores musicales colombianos del siglo XX que gira su obra en torno a las posibilidades innovativas brindadas por las tecnologías de grabación y circulación de la época, es el querido maestro León Cardona. Este número reúne diversas reflexiones sobre este gran músico de estudio que revolucionó tanto el oficio como la música andina. La sección de homenaje al maestro Cardona incluye una breve introducción, una extensa entrevista hecha por Eliécer Arenas al maestro Cardona, y listados de obras y grabaciones disponibles del maestro en el Centro de Documentación de la Universidad de Antioquia, generosamente sistematizados por el grupo de investigación Valores Regionales Musicales.

Forma también parte de este número la contribución sobre la aplicación del concepto de improvisación en géneros de la región andina colombiana, investigación ganadora de la beca de investigación del Ministerio de Cultura 2006. Aunado a este esfuerzo, resalta la tarea del análisis musical y contextual de la obra Tientos de Tierra Llana, del maestro Samuel Bedoya, que es una colección de golpes llaneros tradicionales compuestos entre 1977 y 1978. Reinaldo Monroy señala las líneas didácticas pensadas por Bedoya para favorecer los procesos formativos de los nuevos guitarristas.

Así mismo, y correspondiendo a las transformaciones tecnológicas referidas en este número, se ha puesto en funcionamiento la renovada sección de noticias. Queda pues a disposición de los navegantes de A Contratiempo este nuevo número de la era digital.

Beatriz Goubert