A contratiempo revista digital

A Contratiempo
Jueves 28 de Marzo del 2024
ISSN 2145-1958 | RSS

Dinámicas de formalización en el sector musical del Tolima: Una mirada desde los músicos

Humberto Galindo Palma, Andrea Hernández Guayara, Franklin Emir Torres & Carolina Saavedra.

2015-07-15
Untitled Document

Dinámicas de formalización en el sector musical del Tolima: Una mirada desde los músicos1

Autores:
Humberto Galindo Palma, Andrea Hernández Guayara2 ,
Franklin Emir Torres & Carolina Saavedra3



Línea temática en el coloquio La Música como Profesión: Saber, Práctica, Oficio y Profesión musical

Descripción de la línea: Aborda de manera global las relaciones existentes entre los saberes, las prácticas y los espacios formales y académicos de la música; las distintas concepciones de músico profesional y la problemática de la valoración cultural de la música como oficio o profesión. Considera el problema de la valoración cultural de la música como profesión, el diagnóstico del contexto socio económico y la ausencia de estructuras formalizadas del campo laboral.



Resumen

Uno de los eslabones más importantes en el sector musical del Tolima son los músicos y agrupaciones musicales, como principales actores creativos de la cadena de valor. En esta ponencia se presentan algunos resultados preliminares acerca de las dinámicas de formalización del sector, desde la mirada de los músicos. Se analizan las relaciones entre variables como formación académica, grado de asociatividad y tiempo de dedicación en actividades vinculadas con la música respecto al grado de formalización actual en el sector, así como la oferta y la demanda de sus servicios. La investigación se fundamenta en un estudio cualitativo, cuyo insumo principal fue una encuesta realizada a 150 músicos del departamento, ubicados en los municipios de Espinal, Ambalema, Mariquita, Chaparral y Natagaima. Esta información fue complementada con entrevistas a actores gubernamentales y expertos del sector. El fin principal es rastrear las dinámicas de formalización analizando la relación con otros factores fundamentales en el desarrollo de la cadena. Dentro de los principales hallazgos se evidencia resistencia a la formalización, principalmente por músicos cuyo nivel de formación educativa es bajo, lo que incide negativamente en las oportunidades de participación dentro del sector económico. Se encontró además que, a pesar de que gran parte de los encuestados utiliza músicos ocasionales y personas de otros sectores productivos, que trabajan e intervienen para consolidar su oferta de servicios y eventos musicales, no se utiliza ningún tipo de contratación laboral con estos trabajadores, lo que sumado al bajo nivel de asociatividad que se presenta en la cadena, revela las anomalías del sector, y convoca a la intervención de estrategias de capacitación, organización y emprendimiento que hagan viables la profesionalización y mejora de la realidad de los músicos en el departamento.



Introducción

La informalidad laboral es considerada un fenómeno propio de países en donde la estructura económica presenta problemas de absorción de toda su oferta laboral. En ocasiones esto se explica debido a que situaciones de crecimiento o expansión relativa de la oferta de trabajo no vienen acompañadas por una expansión equivalente de la demanda de trabajo en el sector formal de la economía (Henao, 1999). Entre tanto, la OIT (1993) define al sector informal como

“unidades que funcionan típicamente en pequeña escala, con una organización rudimentaria, en la que hay muy poca o ninguna distinción entre el trabajo y el capital como factores de producción. Dichas empresas no están registradas bajo las formas específicas de la legislación de cada país, tales como actas comerciales, leyes de seguridad social, entre otras y sus empleados no están cubiertos por las normas de la legislación laboral vigentes” (OIT, 1993 citado por el DANE, 2009, p. 5).

En Colombia, El DANE incluye en la ocupación informal

“[…] a los empleados del servicio doméstico; a los trabajadores por cuenta propia, excepto profesionales independientes, como médicos, abogados, ingenieros, odontólogos, entre otros, o técnicos; a los empleados y obreros particulares, excluyendo a los del Gobierno, que laboren en empresas de hasta 10 trabajadores en todas sus agencias y sucursales, y a los patronos o empleados que ocupen hasta 10 trabajadores, incluyendo los respectivos patronos” (DANE, 2004 p.5).

Este fenómeno ha permeado de manera directa a las industrias culturales que se caracterizan por una alta informalidad, como se evidencia en los resultados de la encuesta CEDE. Allí se muestran resultados impactantes, tales como que tan sólo el sector editorial cuenta en su mayoría -76,2%- con sociedades comerciales, mientras que el sector en general tiene un 19,6% de sociedades comerciales y un 47,9% de empresas unipersonales. Solo el 38,9% de las empresas del sector se encuentra afiliado a algún gremio, lo que evidencia el limitado nivel de asociación en esta industria (CEDE, 2010).

Según Llano (2004), en particular en el sector musical en Colombia:

“Los trabajos de los músicos presentan gran eventualidad e inestabilidad, gran flexibilidad en el manejo del tiempo, enorme desigualdad en los ingresos, variabilidad en los criterios para establecer el precio, establecimiento de acuerdos no escritos, desprotección en cuanto a salud y pensión, y dependencia de la temporada. La naturaleza misma de los trabajos musicales, unida a los bajos salarios y a la flexibilidad, hace que muchos músicos tengan la responsabilidad de varios trabajos simultáneamente” (Llano, 2004, 146).

Este fenómeno genera una gran inestabilidad y flexibilidad en las condiciones laborales del músico, obligándolo a ocuparse simultáneamente en más de una alternativa laboral, lo que evidencia la permeabilidad de la informalidad en la estructura económica del sector.

Teniendo en cuenta que el fenómeno musical en los municipios tolimenses es altamente influenciado por las dinámicas de su capital Ibagué, ciudad que desde principios del siglo XX estableció para sí misma la música como sello de identidad cultural, es una realidad que se requiere comprender y estudiar los fenómenos económicos presentes en la cadena en el contexto regional.

En este trabajo se presentan resultados iniciales del proyecto de investigación Oportunidades de emprendimiento cultural y creativo en la cadena productiva de la música en el Tolima, en donde se rastrearon las dinámicas de formalización desde la mirada de los músicos en dicho departamento. Se analizan las relaciones entre factores como formación académica, grado de asociatividad y tiempo de dedicación en actividades vinculadas con la música, con el grado de formalización actual en el sector.



1. Metodología

La identificación de las dinámicas de formalización empresarial, laboral y del subempleo en el sector musical del Tolima, se abordó desde un enfoque cualitativo, dividido en dos momentos: el primero, un estudio exploratorio del problema a investigar, debido a que se encontró muy poca información que diera luces sobre la situación del empleo y el emprendimiento en los cinco municipios de Tolima seleccionados; en el segundo, se desarrolló un estudio descriptivo que develó desde el imaginario de los músicos, principal eslabón creativo de la cadena productiva, cómo se generan dichas dinámicas en los municipios.

Es pertinente señalar que no se consideró tomar una sola manera o ruta metodológica para analizar la realidad del sector musical, al estar compuesto de “significados subjetivos y de factibilidad objetiva” que según Díaz y Bonilla (2005), no pueden ser apreciables solo desde uno de los dos enfoques existentes, por esto se determinó el uso de encuestas y entrevistas para la recolección de la información. En un primer momento se aplicaron encuestas a 150 músicos del departamento, ubicados en los municipios de Espinal, Ambalema, Mariquita, Chaparral y Natagaima. Para la encuesta se utilizó un instrumento de recolección de información en el cual se incluyeron los factores que se presentan en la Tabla 1.



Tabla 1. Factores de caracterización para la formación del sector musical en el Tolima

• Nivel de formación y experiencia en el sector musical
• Actividades económicas desarrolladas dentro de la cadena
• Asociación o agremiación musical
• Formalidad de registros contables
• Registro en instituciones gubernamentales
• Vinculación de empleados (si los tiene)


En el segundo momento se realizaron entrevistas a expertos del sector, músicos y directores de casas de la cultura en los cinco municipios mencionados. Para ello, se utilizó un guión de entrevista, el cual se desarrolló teniendo en cuenta los mismos factores definidos para la encuesta. El procedimiento para la realización de las entrevistas fue informal, buscando que los expertos pudiesen dar a conocer sus argumentos frente a cada una de las temáticas. A cada participante se le invitó a su libre participación y se le indicó la confidencialidad de la información y el objetivo del estudio. Finalmente, las entrevistas se analizaron teniendo en cuenta tres categorías centrales: la formalidad empresarial (el músico como unidad de negocio), la formalidad e informalidad laboral, y el subempleo.



2. Estructura teórica

La música es una de las expresiones artísticas más llamativas para el entretenimiento y para el consumo cultural por su contenido y por la accesibilidad que hay a ella gracias a los aportes de la industria y la tecnología emergente desde mediados del Siglo XIX en Europa y Estados Unidos, principalmente. La cercanía de la melodía a la percepción humana, ha permitido que se genere una amplia gama de bienes y servicios que evidencian las formas de relaciones mercantiles que se dan en el sector de la cultura, coordinando los recursos humanos, materiales y financieros para su creación y reproducción con el fin de satisfacer necesidades por lo general espirituales (Abreu, 2013).

Estos bienes y servicios no solo sirven para satisfacer espiritualmente a sus consumidores, sino que también sirven de medio para trascender a otras áreas de la economía. Por ejemplo, la música es un significativo valor agregado en la constitución de la oferta de la industria del turismo y el ocio. El valor de estos bienes dependerá del nivel creativo e intelectual que contengan, apreciados a simple vista en el ámbito social. Una variable que influye en el éxito de la industria de la música es “la innovación de los soportes tecnológicos, de la comunicación y de consumo, que marchan en conjunto con las tendencias generadoras de valores intangibles” (Abreu J, 2013, p. 23).

En este panorama, los músicos se enfrentan a mayor número de trabajos temporales e independencia en sus labores. Idalina Conde, en su artículo “Artists as vulnerable workers” (2009), como se cita en Ihnen (2012), señala que este fenómeno se presenta especialmente porque el contexto creativo está vinculado a carteras de trabajadores y redes u organizaciones basadas en proyectos.

Paradójicamente, este autor menciona que a partir de tales condiciones los trabajadores artísticos se enfrentan a mercados altamente competitivos, donde el autoempleo se configura como el status de trabajo prevalente. Quienes no consiguen el éxito en este mercado quedan atrapados en una situación de precariedad (Ihnen, 2012). A esto se agrega que la propia situación del artista tiende a ser más desfavorable en comparación con trabajadores que poseen una dotación de capital humano equivalente (similares niveles de educación, entrenamiento y edad) y experimentan también mayor variabilidad en sus ingresos y mayor dispersión en los mismos (Ihnen, 2012).

En el estudio de la industria del disco: Economía de las Pymes de la industria discográfica en la Ciudad de Buenos Aires, se resalta que los pequeños sellos discográficos (eslabón creativo) tienen grandes dificultades para acceder al financiamiento de sus proyectos; esto se debe, entre otros factores, a la escasa historia de facturación y la informalidad de sus prácticas, evidenciadas en la carencia de “conocimientos técnicos administrativos, contables, legales y comerciales” (Observatorio de Industrias Culturales Buenos Aires [OICBA], 2010 p.41).

En este estudio se anota que en casos extremos, los sellos no están constituidos como empresas frente al gobierno y no pagan impuestos, lo que no permite establecer “relaciones contractuales formales con otros agentes” (OICBA, 2010 p.41). Lo anterior trae como consecuencias que las relaciones contractuales celebradas entre las partes carezcan de profesionalismo, pues los contratos ni siquiera se realizan de manera verbal, lo que podría generar que el artista no reciba las regalías correspondientes. Aunado a esto, se identificó que tanto los músicos como los pequeños sellos hacen cesión de los derechos de autor de manera precipitada.

Otras investigaciones realizadas en el contexto argentino expresan que la informalidad en el sector tiene un crecimiento importante, debido a las posibilidades tecnológicas con la que cuentan los músicos en la actualidad para constituir pequeños Home Studios, que les permiten grabar la música y distribuirla a bajo costo. Estos emprendimientos no tienen inscripciones formales ante ningún estamento público, ni se inscriben como sello, debido a que la grabación y distribución musical no son su principal actividad económica; puede decirse que esta actividad se convierte en una herramienta con la que el músico impulsa su carrera artística (Ministerio de Desarrollo Económico, Argentina [MDE], 2010).

En ciudades como Valparaíso, estudios han identificado que el fenómeno de la informalidad se genera específicamente en el eslabón de músicos y bandas, al no contar con una estructura jurídico-administrativa y registro ante las entidades del estado. De igual forma, los músicos y las agrupaciones presentan diversas formas de empleabilidad que van desde contar con contratos por períodos anuales o por evento, siendo este último el más utilizado, con una relación laboral informal con el contratista (Rodríguez, 2009).

Las investigaciones también establecen que la formalidad está relacionada con la capacidad que una empresa tiene de planificar y ejecutar los proyectos que se propone; se presenta por ejemplo en los países latinoamericanos, una escasa utilización de herramientas de gestión y numerosos problemas de comunicación y coordinación; en este sentido, los artistas y bandas, deben considerarse a sí mismas como emprendimientos que generen propuestas planificadas, las cuales les permitan generar mejores ingresos. En consonancia con este postulado y empeñado en mejorar las condiciones de empleabilidad de los músicos y en general del sector musical, se desarrolló en Uruguay el Cluster de la música (Uruguay XXI, 2013)

Humberto Galindo Palma, Andrea Hernández Guayara, Franklin Emir Torres & Carolina Saavedra
Coloquio: La música como profesión – Diálogos interdisciplinarios
Fecha: 23 de abril de 2015
Ponencia: “Dinámicas de formalización en el sector musical del Tolima: Una mirada desde los músicos”
Video 1: Aspecto positivo de la informalidad

En Colombia, los estudios sobre el sector musical sostienen que en el país los músicos no cuentan con suficientes espacios y mercados para el desarrollo de la profesión, salvo en algunos casos, donde se evidencia el crecimiento del mercado, específicamente para las agrupaciones dedicadas a la interpretación de la música popular y sobre todo en ciudades como Cali (Llano, 2004). En general, los estudios encontrados se dedican al análisis y caracterización de la industria cultural y creativa, en los cuales se define que la gran mayoría de estas empresas no están registradas ante la Cámara de comercio y la DIAN. El músico como unidad de negocio, no es objeto de estos estudios.

En el Departamento del Tolima y especialmente en sus municipios, hay carencia de organización en el sector cultural, patentizando el escaso equipo de trabajo capacitado, las pocas herramientas logísticas y tecnológicas que causan una baja labor cultural y la preocupante escasez de escenarios culturales. En el departamento, solo el 17% de los municipios tiene una infraestructura cultural adecuada con programas permanentes; además, de las 37 casas de cultura existentes, no todas funcionan de manera pertinente. Por ejemplo, en Ambalema, la Casa Inglesa no opera por estar totalmente deteriorada. En la Figura 1 se presentan los problemas identificados en el sector cultural en el Plan de Desarrollo del Tolima.

Figura 1. Principales Problemas identificados en el sector cultural del dpto.
Plan de Desarrollo Unidos Por La Grandeza del Tolima 2012-2015, Política 3.



La información estadística cultural del Departamento del Tolima es poca, la existente no es accesible para los ciudadanos y la Encuesta Cultural del DANE no está desagregada por departamentos. Sin embargo, las cifras encontradas en los ICER y los informes de gestión, exponen el panorama del contexto cultural del Tolima.

Como se evidencia en la Figura 2, en los últimos 3 años la participación de las personas en los espacios culturales se ha venido incrementando; en el 2013 mostró un crecimiento del 110% respecto al 2012, y en el 2014 se ha incrementado en un 63% en comparación con el 2013. Esto, como efecto del aumento de gestores culturales capacitados de los municipios del departamento y del diseño e implementación de los programas de radio “Plataforma Cultural” y “Do- Re- Mi Cultural”.

Figura 2. Número de personas que asiste a los espacios culturales intervenidos
Fuente: Informe de gestión Tolima, 2014 con base en la Dirección de Cultura


3. Resultados

3.1 Experiencia y vocación musical ¿Por qué quisimos ser músicos?

“Yo fui uno de los que cambió el fusil por la guitarra” “Importancia de la música de las personas”

“Sardina, los músicos son borrachos, malos, flojos, todos los adjetivos, para señalar al músico como un ser indeseable”

“El que no es guerrillero es músico”



IMAGEN 1. Banda Juvenil de Chaparral. Casa de la Cultura. El programa de Banda Juvenil tiene una cobertura de niños y jóvenes que posteriormente se enrolan en orquestas tropicales locales.

A partir de la información recolectada en el trabajo de campo se encontró que el 49% de los encuestados ha desarrollado actividades económicas en la música por más de 10 años, un tiempo significativo que ratifica la experiencia regional en la música. A pesar de esta experiencia, el 88% de los encuestados manifestó desempeñar actividades por fuera de la música, principalmente por la intermitencia en las actividades y la informalidad de las mismas, lo que evidencia la resistencia a formalizar la música como su actividad económica principal. Dentro de las otras actividades que desempeñan se destacan la docencia, la comercialización, la agricultura, entre otros.

Aproximadamente el 50% de los músicos encuestados utiliza otros músicos ocasionales para consolidar sus agrupaciones, en especial en periodos de demanda alta, y el mismo porcentaje utiliza de manera permanente entre tres y ocho personas. Sin embargo, al indagar acerca del tipo de contratación que utiliza, el 49% de los encuestados manifestó que no utiliza ningún tipo de contratación, lo que muestra la baja formalización de la relación laboral en la cadena. Solo el 15% de los encuestados utiliza contratos de prestación de servicios para la legalización de la relación contractual. La mayoría de los músicos entrevistados reconoce sus intentos por formarse profesionalmente, y su valoración del estudio técnico o formal como garantía de superación y mejoramiento de su situación económica.

Humberto Galindo Palma, Andrea Hernández Guayara, Franklin Emir Torres & Carolina Saavedra
Coloquio: La música como profesión – Diálogos interdisciplinarios
Fecha: 23 de abril de 2015
Ponencia: “Dinámicas de formalización en el sector musical del Tolima: Una mirada desde los músicos”
Video 3: Contratos

La mayoría de las veces, la iniciación musical se da en el entorno educativo primario, con la participación en conjuntos escolares, por lo que este es un factor que debe ser tomado con interés por parte de las entidades educativas, en la medida en que oportunamente abre oportunidad a quienes tengan vocación musical.

“Yo, empecé desde muy pequeño en formación de banda y banda tradicional y después con música tradicional, […], cuando terminé bachillerato me retiré de la música cuatro años […] sin embargo seguí buscando la música, pues me ayudó a subsistir […]. ¨ (Entrevista 1, músico de banda, Chaparral, Octubre 31, 2014)4

IMAGEN 3 Comparsa de Matachines de Prado Tolima. Municipio de Prado, octubre de 11, 2014. Foto suministrada por: Doris Pilar Monaño, directora comparsa. Esta agrupación tiene más de 20 años de tradición; la comparsa reúne más de 200 niños y jóvenes aprendices de instrumentos típicos, que son representativos del sur del Tolima.

Sin importar las limitaciones del medio, una vez el músico encuentra su vocación, se inicia de manera empírica, y busca perfeccionamiento por los medios a su alcance. “En mi familia todos son músicos, yo toda la vida he sido empírico; quise estudiar en el Conservatorio, pero no pude por factores económicos; empecé con grupos musicales callejeros que tocan en los parques, en las plazas […]”. (E2, director de mariachi, Chaparral, octubre 30, 2014)

En otros casos hay una importante conexión entre la aceptación de la vocación musical desde el entorno familiar para definir el destino profesional del músico. “Yo tengo una academia y es algo particular, hace diez años la inicié, pero mucho tiempo atrás mi mamá la tenía, ella siempre enseñó a tocar guitarra a los niños y yo fui alumna de ella […]” (E3, Docente musical directora de academia, Chaparral, agosto 30, 2014)



3.2 Formación

Con respecto al nivel de formación, se encontró que el 44% de los encuestados cuenta con bachillerato y solo dos personas tienen estudios de posgrado (ver Figura 3). Al analizar la relación entre nivel de formación y formalidad laboral se evidenció que los músicos que tienen menor nivel de formación son los que presentan mayor resistencia a la formalidad laboral de su negocio musical.


Figura 3. Nivel de formación de los músicos en el Tolima
Muestra: 150 músicos. Los Autores.

Al analizar la formalidad ante las instituciones públicas, se encontró que solo el 46% de los encuestados está registrado en una institución pública, siendo la más popular la DIAN con un 13% aproximadamente. Sin embargo, el 80% de los encuestados aproximadamente no tiene registros contables de sus entradas y salidas de recursos económicos. Con respecto al ámbito de financiación pública, solo el 3% de los músicos plantea haber recibido algún tipo de incentivo o financiación por parte de las entidades gubernamentales. En este sentido, a los músicos les preocupan dos cosas: la poca capacidad de asociatividad, para promoverse como gremio “No existe una organización de músicos como tal…” y el poco reconocimiento que reciben de las entidades gubernamentales de turno, “…en los festivales siempre se han traído orquestas de otras partes”; “Es necesario que las instituciones nos tomen en cuenta…”. Con respecto al grado de asociatividad, se encontró que los músicos perciben un bajo nivel de asociatividad, es así como el 73% de los encuestados no pertenece a ningún tipo de agremiación musical.

La mayoría de municipios encuestados cuenta desde sus casas de cultura con alguna modalidad de programa para el fomento de la música, principalmente entre niños y jóvenes; sin embargo, el sector de músicos profesionales poca o ninguna relación establece con estos organismos.

“La Casa de la Cultura cuenta con un satélite del Conservatorio; también manejamos la banda estudiantil, tenemos grupo de música tradicional […]” “Jóvenes vienen a practicar o a recibir clases de guitarra, piano, tenemos una aula de clavinovas […]”. (E4, Director Casa de la Cultura, Natagaima, 1° de septiembre, 2014)

IMAGEN 2 ASMUSURT. Asociación de Músicos del Sur del Tolima. Casa de la Cultura de Chaparral, 11 de octubre de 2014
. Foto: Humberto Galindo.
Esta organización congrega 50 músicos entre Serenateros, conjuntos bailables y vallenatos.

La dinámica de educación no formal que ofrecen las casas de cultura tiene un propósito loable que intenta definirse como escuela. Sin embargo, en general interrumpe sus procesos por la inestabilidad en la contratación del cuerpo de profesores “se le acaba el contrato al instructor y el grupo se acaba...”, a pesar de que se cuenta en muchos casos con infraestructura y dotación adecuada, y de que en ocasiones se establecen alianzas con instituciones educativas.



3.3 Remuneración salarial

“Aquí en el parque, cuando una persona quiere escuchar, paga por canción; un trío o un dueto cobra dos mil pesos…” (E5, músico serenatero, Chaparral, octubre 30, 2014)

Frente a una categorización de mercados para la música, la remuneración del intérprete depende en buena medida de la demanda del género que interprete. La radio es un agente determinador de los géneros que se imponen en las audiencias, así como un elemento clave para definir los repertorios que el músico en vivo debe incorporar a su catálogo, si desea estar dentro de la oferta y la competencia. No es posible establecer parámetros estándares en un sector tan informal como el de la música en vivo, pero uno de los testimonios refleja las distancias entre tarifas dependiendo del género musical. El grado de satisfacción con el ingreso económico se refleja en el siguiente mensaje:

“No, eso es muy poco, aunque yo también trabajo en el mariachi y con la orquesta, son proyectos que llevan muy poco. La orquesta lleva cerca de un año; con el mariachi los ingresos pueden ser cerca de 400 o 450 mil pesos mensuales y como la banda es un proceso que apenas está empezando, no puedo decir exactamente cuánto son los ingresos…”. (E2)

“Empecé a trabajar en la música colombiana, pero vi que con ella no conseguía dinero ni para las cuerdas de la guitarra, porque cuando salía a dar serenatas me pedían música norteña, música popular, música mexicana, pero nada de lo colombiano. Entonces me di a la tarea de tocar en los parques de noche. La primera noche gané noventa mil pesos, eso me llevó a ensayar música norteña, música popular, música grotesca de muertes, y me tocó abandonar la música colombiana. También me di a la tarea de empezar una escuela de música. Las clases eran muy baratas a 500 pesos, pero la parte económica mejoró. Luego la escuela murió con la Casa de la Cultura, porque las clases allí eran gratis…”(E2)

“Aquí en el parque, cuando una persona quiere escuchar música, es por canción, un trío o un dueto cobra dos mil pesos por una canción. La serenata consta de ocho canciones o diez canciones, con un trío vale ochenta o noventa mil pesos. Cuando es por hora es diferente, cada hora puede valer cincuenta, setenta u ochenta mil pesos, dependiendo la agrupación. Cuando es un mariachi, como son más personas, la hora vale doscientos o doscientos cincuenta…”(E2)

Imagen 4

Humberto Galindo Palma, Andrea Hernández Guayara, Franklin Emir Torres & Carolina Saavedra
Coloquio: La música como profesión – Diálogos interdisciplinarios
Fecha: 23 de abril de 2015
Ponencia: “Dinámicas de formalización en el sector musical del Tolima: Una mirada desde los músicos”
Video 2: “Ni para las cuerdas de la guitarra…”


3.4 Grabación de obras y representación por parte de una disquera

Las empresas disqueras y las multinacionales se ocupaban de las agrupaciones musicales de su preferencia para la grabación y promoción de artistas. Actualmente pocos artistas logran posicionar sus trabajos discográficos desde marcas reconocidas, predominando el mundo underground de la música, grabada en estudios caseros y con bajos presupuestos.

“Hoy está muy difícil que los músicos tengamos acceso a estas empresas. Para ingresar al sector y que nos escuchen, tenemos que costearnos la canción, esa es una de las razones de por qué estamos mal los músicos…”(E5)

3.5 Participación de los músicos locales y rotación de músicos foráneos en las festividades

Las fiestas populares son uno de los espacios donde se valida profesionalmente el músico. Su lugar en las bandas municipales, en las comparsas de bailarines y en los oficios religiosos, demuestra la importancia del mismo en dichas festividades. Por lo anterior, surgen espontáneamente agrupaciones que solamente actúan en función de una ceremonia o una temporada, y se presenta el fenómeno de la rotación de músicos dentro de los conjuntos.

“En el municipio del Espinal se realiza un encuentro municipal de comparsas. A las comparsas, la Alcaldía les da una dotación que incluye: un subsidio para vestuario y parafernalia y una banda papayera que se encarga de interpretar el ritmo danzario necesario; alrededor de este evento se congregan aproximadamente diecisiete bandas...” (E6, músico de banda, Espinal, septiembre 24, 2014)

Imagen 5


3.6 Apoyo institucional y mecenazgo

La expectativa del sector musical por ser reconocido en sus municipios es un reclamo reiterado. Además, la falta de agremiación dificulta acciones articuladas y formales por parte de las entidades gubernamentales, acciones que sí ejecutan en otros sectores culturales, como danzas y teatro, que logran captar una mayor gestión de recursos de beneficio externo. En el caso de los músicos, la necesidad de capacitación en gestión de recursos y formulación de proyectos es una necesidad palpable, si se quiere contribuir a la competitividad de sus organizaciones.

“Es necesario que las instituciones nos tomen en cuenta nuestras inquietudes y falencias. Necesitamos llegar a consensos. Necesitamos en el Tolima una institución que patrocine el talento humano que hay…” (E10, Director de banda musical, Purificación, Septiembre 13, 2014)

3.7 Oficios de los músicos

La música en vivo es la figura más directa de cómo el músico participa de la economía local, pero la competencia de los medios como la radio y los pickup, que llenan de música todo tipo de establecimiento público, hace que el músico en vivo vea restringida su actividad a contrataciones esporádicas de orden familiar principalmente.

“La música en Chaparral es muy solicitada, la gente busca la música para todo, para los cumpleaños, para la celebración de una boda, bueno, para cualquier tipo de celebración […] Lamentablemente, se ha creado a partir de los que trabajamos en la música, una cultura de que no se paga bien […], no se valora el trabajo del músico; por ejemplo, en los parques se ve que los músicos tocan tres canciones por cinco mil pesos […], en el caso del mariachi, como ya es reconocido, ellos no se bajan de su valor […]; hay temporadas buenas y también meses en los que no se trabaja mucho, entonces es muy complicado desarrollar la vida dependiendo solo de la música…” (E7)

La vereda de Velú de este municipio, ha conformado desde 2011 una escuela semillero de acordeoneros y realiza el Festival vallenato como certamen competitivo del municipio.

La vinculación de otros servicios asociados al músico empieza a ser un factor importante mediado en la demanda de los músicos en vivo.

“En el municipio hay bastante gente trabajando con amplificación. Yo conozco unas tres o cuatro personas que trabajan con esto. Algunos tienen equipos muy viejos que son muy difíciles de manejar y en la parte técnica les falta mucho; a pesar de que ahora hay ingenieros de sonido, aquí todo es improvisación, lo que salga en el momento, a pesar de que hay bastante mercado para amplificación...” (E8, Músico director orquesta tropical, Natagaima, 1 septiembre 2014)

“Lo último que yo hice fue cantar en un mariachi, y además toqué el violín, porque aquí no se consiguen violinistas […]. La música tiene mucha cobertura: la primera es como serenatero […], por ejemplo, yo trabajo por tarjetería, los formatos pueden ser duetos, tríos, cuartetos, quintetos, depende el número de personas que el que contrata quiera escuchar, puede ser tres o dos para minimizar costos…” (E9, músico jubilado, Chaparral , octubre 30 , 2014)

IMAGEN 6. Conjunto Parranda Vallenata de Natagaima. Municipio de Natagaima, 27 de septiembre, 2014.
Foto suministrada por: Roque Rodríguez, Director Casa de la Cultura.



3.8 Perspectiva de la profesión musical

“Estaba una señora escuchando y le dijo a mi mamá: sardina, los músicos son borrachos, malos, flojos. Todos los adjetivos para señalar al músico como un ser indeseable…” (E2)

“Porque siempre ha existido un estigma sobre los músicos. Por eso es importante enseñar que no todos somos borrachos, que somos muy diferentes. Seguramente, los músicos de aquella época estaban encaminados de otra manera, hoy el asunto es diferente…” (E2)

“Yo era vendedor ambulante, a los 9 años empecé a observar a esos músicos, mi mamá se opuso porque para ella y para todo el mundo, el músico es vagabundo, el músico es callejero, no había otra visión de la música que eso, la música y el alcohol…” (E9)

“Yo llegué a Chaparral con una visión mucho más grande de la música. Yo fui uno de los que cambió el fusil por la guitarra, porque en la montaña había mucha violencia, y a mí me daban un fusil y yo me sentía muy mal y me ponía a tocar guitarra, de ahí sale el dicho famoso de Chaparral “el que no es guerrillero es músico…” (E2)

“Que se vive de la música, se vive, hay muchas cosas que lo llevan a uno de músico a ser pobre. El detalle es que no somos inteligentes para gastar la plática, por ejemplo, uno trabaja toda la noche y se gana unos 90 mil pesos o a veces 20 mil pesos, pero uno se gasta 40 mil pesos en licor. Es decir, que no estamos preparados para una empresa, porque estamos gastando en cosas que son un perjuicio para nosotros. Entonces por eso los músicos somos vistos de muchas maneras borrachos, vagabundos, mujeriegos y además hasta ladrones…” (E2)

Imagen 7


3.9 Música Pirata, comercio y registro de derecho de autor

“Bueno, aquí que yo conozca está el “Rincón musical”, es donde generalmente la gente se acerca a comprar su CD, pero ya no es tan popular. Lo que es el Internet y los medios masivos de comunicación hacen que ya no haya la necesidad de ir a comprar un CD, además está la venta de música pirata…”. (E1)

3.10. Registro de obra

“Se hace música pero de serenata, porque de pronto la gente le tiene miedo a los de SAYCO & ACIMPRO por los derechos de autor, porque son muy costosos. No hay oficinas, pero si se dan cuenta, por medio de la Alcaldía llegan inmediatamente por los impuestos. En este momento no hay ningún establecimiento que contrate los músicos, son los clientes los que contratan, porque los impuestos son muy costosos y no se retribuyen los gastos…” (E8)

Conclusiones

Humberto Galindo Palma, Andrea Hernández Guayara, Franklin Emir Torres & Carolina Saavedra
Coloquio: La música como profesión – Diálogos interdisciplinarios
Fecha: 23 de abril de 2015
Ponencia: “Dinámicas de formalización en el sector musical del Tolima: Una mirada desde los músicos”
Video 4: Conclusiones

La música como profesión hace parte hoy en día de una industria cultural conformada por bienes y servicios culturales, protegidos por derechos de autor y que tienen el fin de “promover y mantener la diversidad cultural y asegurar el acceso democrático”. Dichos bienes y servicios se comportan con un gran dinamismo, prueba de ello es el crecimiento acelerado, que ha sido superior al de otros sectores, como el manufacturero y de servicios. Uno de los factores que ha contribuido a su impulso es el sector fonográfico, que debería ser considerado estratégico dentro de la economía del Tolima, teniendo en cuenta la riqueza musical y el reconocimiento nacional que el departamento posee en este aspecto. Para ello es necesario crear políticas que fortalezcan y capaciten el sector fonográfico, y que adicionalmente protejan los derechos de autor, pues la vigilancia y el control sobre las políticas que protegen a los autores en Colombia son débiles, y la informalidad del sector desvía las utilidades hacia el intermediario, que al no participar del proceso creativo, devalúa el producto por la simple dinámica de la oferta y demanda.

La globalización ha logrado que la música internacional sea aceptada en todos los países y que la música regional ingrese a pequeños mercados nacionales y/o internacionales. Hay escasez de datos y ausencia de estudios que permitan visualizar lo que está sucediendo en las industrias culturales del país y aún más del Tolima, por lo que es necesario adelantar estudios y encuestas que permitan hacer una caracterización y análisis periódico del fenómeno, empezando por un censo y directorio de los músicos activos profesionalmente y de las oportunidades laborales que se derivan en otros sectores a partir su actividad económica. Seguramente el impacto más reciente, evidenciado con los músicos entrevistados, es la inmensa brecha que se ha abierto por el fenómeno de las TIC para el músico de la periferia. Con un bajo dominio de herramientas digitales y analfabetismo digital, muchos músicos ven que sus oportunidades profesionales se hacen cada vez más dependientes de estos medios, y que requieren de capacitarse e ingresar al mercado de servicios mediados por la tecnología.



Bibliografía

Abreu, J. A. (2013). ¿Músico o Empresario? Perspectivas sobre la industria y los negocios en el sector de la música. La Habana: CIDMUC.Alonso,J.C. (2010). Indicadores para el seguimiento de la industria cultural en Cali. Santiago de Cali: Universidad ICESI CEDE (2010). Caracterización del sector de industrias culturales y creativas en Bogotá y Cundinamarca. Facultad de Economía. Universidad de los Andes. Bogotá.

DANE (2009). Metodología Informalidad Gran Encuesta Integrada de Hogares – GEIH. Bogotá. Pág. 1-12.

DANE (2004). Documentos técnicos sobre mercado laboral. Informalidad laboral en las trece principales áreas y ciudades colombianas, 2001 – 2003 (abril – junio).Bogotá.

Díaz & Bonilla (2005). Más allá del Dilema de los métodos. Editorial Norma. Colombia. 220 p.

Henao M., Rojas N., Parra A. (1999), “El mercado laboral urbano y la informalidad en Colombia: evolución reciente”, Documentos de Trabajo, No. 5 DNP.

Ihnen, B. (2012). TRABAJO Y JAZZ. Un acercamiento estadístico y cualitativo a las formas de trabajo y de representarse desde el trabajo en los músicos de jazz del circuito santiaguino. Santiago, Chile: Universidad de Chile - Facultad de Ciencias Sociales.

Llano, I. (2004). Los músicos en Cali: profesión, prácticas y público en el siglo XX. Revista Sociedad y Economía. Número 6, abril. págs. 133 a 156.

Ministerio de Desarrollo Económico, Argentina [MDE] (2010). La Industria de la Música en la Ciudad de Buenos Aires: Cambios y perspectivas del sector en la era digital. Buenos Aires, Argentina.

Observatorio de Industrias Culturales Buenos Aires [OICBA] (2010). La Industria de la música en la Ciudad de Buenos Aires. Cambios y perspectivas. Ministerio de Desarrollo Económico. Argentina. p.41.

Rodríguez. C. (2009). Mapeo de las industrias creativas en Valparaiso. Programa Industrias creativas, Chile.

Secretaria de Planeación y TIC . (2014). Informe de Gestión Plan de Desarrollo Unidos Por La Grandeza del Tolima. Ibagué.

Uruguay XXI Promoción de inversiones y exportaciones (2013). Industrias Creativas. Pág. 1-32.



Imágenes

IMAGEN 1. Banda Juvenil de Chaparral. Casa de la Cultura.
El progama de Banda Juvenil tiene una cobertura de niños y jóvenes que posteriormente se enrolan en orquestas tropicales locales.

IMAGEN 2 ASMUSURT. Asociación de Músicos del Sur del Tolima.
Casa de la Cultura de Chaparral, 11 de octubre de 2014.
Foto: Humberto Galindo.
Esta organización congrega 50 músicos entre Serenateros, conjuntos bailables y vallenatos.

IMAGEN 3 Comparsa de Matachines de Prado Tolima.
Municipio de Prado, octubre de 11, 2014.
Foto suministrada por: Doris Pilar Monaño, directora comparsa.
Esta agrupación tiene más de 20 años de tradición; la comparsa reúne más de 200 niños y jóvenes aprendices de instrumentos típicos, que son representativos del sur del Tolima.

IMAGEN 4 Doris Pilar Montaño. Directora de la comparsa de Matachines de Prado.
Municipio de Prado, octubre 11 de 2014.
Foto: Humberto Galindo.
Una empresa cultural sin ánimo de lucro.

IMAGEN 5 Dragoslav Carrizosa.
Municipio de Purificación, 13 de septiembre, 2014.
Foto: Carlos López.
Músico emprendedor fundador de la Banda Escuela juvenil de Purificación.

IMAGEN 6. Conjunto Parranda Vallenata de Natagaima.
Municipio de Natagaima, 27 de septiembre, 2014.
Foto suministrada por: Roque Rodríguez, Director Casa de la Cultura.
La vereda de Velú de este municipio, ha conformado desde 2011 una escuela semillero de acordeoneros y realiza el Festival vallenato como certamen competitivo del municipio.

IMAGEN 7. Kennedy Lozano. Músico emprendedor de Chaparral.
Municipio de Chaparral, 30 de agosto, 2014.
Foto: Tania López.
Ha incursionado como serenatero y lutier, e intentó estudiar en el Conservatorio del Tolima sin éxito. Actualmente dirige una empresa de servicios musicales con un conjunto de mariachi.



1. Dynamics of formalization in the music industry Tolima: A view from the musicians.

2. Conservatorio del Tolima, Grupo Aulos. Carrera 1 Calle 9 No. 1-18, Ibagué - Tolima.

3. Universidad de Ibagué, Grupo Unidere y Grupo Ginnova. Carrera 22 Calle 67 B/Ambalá, Ibagué Tolima.

4. Por disposiciones de protección de confidencialidad se omiten los nombres de los entrevistados citados en este artículo.

NOTA: La ponencia completa puede ser consultada en el Centro de Documentación Musical de la Biblioteca Nacional de Colombia.

 


ImprimirInicio