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ISSN 2145-1958 | Sabado 20 de Abril del 2024 | RSS

Se va Calixto Ochoa: el Rey Vallenato que inventó ‘El Pirulino’




Imagen Tomada de portalvallenato.net


Sus acordeones, su morena, sus muchachos, el valle, los sabanales, el negro, Pirulino, el vallenato; todos están de luto, y el público anda diciendo: “Qué bueno que fue el difunto”.

A Calixto Ochoa lo llamó La Muerte. Ya lo había hecho hace años, en su ‘Sueño triste’, pero él, como contó en su canción, le pidió: “Déjeme viví’ otros años”. La Muerte, ansiosa de vida, se saboreaba de pensar en el ritmo, las historias, la fiesta y la sabrosura que llegaría a su reino si se llevaba al juglar. Sin embargo, le concedió su deseo, y el Rey Vallenato de 1970 se quedó en la tierra, más vivo que nunca. Compuso más de mil canciones y alegró con sus historias, melodías y jeringoza las fiestas decembrinas de colombianos y extranjeros.

El miércoles 18 de noviembre, a las 6:40 de la mañana, cuando tenía ya 81 años. Calixto Ochoa, uno de los últimos juglares que le quedaban a Colombia, recibió el llamado del personaje que esperó durante años para llevarse a este jocoso Rey Vallenato. Estaba en una clínica de Sincelejo y esta vez no hubo trato.

Se va Calixto Ochoa, el que nos puso a cantar: ‘mama qué será lo que quiere el negro’, ‘veníiiiii, corazón veníiii. Ven a consolarme, ven a acompañarme, ven ven a besarme como aquella tarde’, ‘pirulín pin pon, pirulín pin pon, la única camisa y el único pantalón’.

El cantante, compositor y acordeonero se hizo reconocido por composiciones como: ‘Los Sabanales’, ‘El africano’, ‘Charanga Campesina’, ‘Listo Calixto’ y ‘El yerno y la suegra’, entre otras, e hizo parte de la recordada agrupación “Los Corraleros de Majagual”.

El maestro Calixto nació el 14 de agosto de 1934 en Valencia de Jesús, Cesar, pero desde muy joven vivió en Sincelejo, Sucre. De niño, cuando todos se iban a trabajar, agarraba a escondidas el acordeón de sus hermanos, así aprendió a tocar y comenzó a crear sus propias melodías.

Muchas de sus canciones se convirtieron en clásicos de la música colombiana y fueron grabadas por numerosos artistas del ámbito nacional e internacional. El ‘Juglar de los Sabanales’ nos dejó cuando estaba a punto de llegar diciembre. Pero nos queda su música, con la que cada año, en especial durante estas fechas, lo recordaremos riendo, cantando y bailando con su música.