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A Contratiempo
Viernes 26 de Abril del 2024
ISSN 2145-1958 | RSS

Editorial

Ligia Ivette Asprilla, Coordinadora Editorial



2015-07-15
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Revista A Contratiempo N° 25

Editorial

La Música como Profesión - Diálogos Interdisciplinarios, ha sido, sin duda alguna, uno de los encuentros más sinceros, provocadores y autocríticos de la comunidad musical en nuestro país. Y es que es el primero en el cual se abordan, sin paliativos, pero con capacidad analítica y propositiva, los múltiples problemas que presenta el ejercicio profesional en el campo, en su relación con los saberes y las prácticas, con la formación, la investigación, la memoria, y las posibilidades de interrelación frente a otras áreas del conocimiento.

El coloquio contó con una variada participación de ponentes y conferencistas: invitados internacionales desde España (Escuela de Música de Cataluña) y Cuba (Universidad de las Artes de Cuba - ISA); músicos emprendedores independientes; maestros de las músicas tradicionales; representantes del Plan Nacional de Música para la Convivencia del Ministerio de Cultura; exponentes de la industria cultural y, sin duda, una nutrida intervención de maestros e investigadores de universidades de Bogotá, Antioquia, Valle, Caldas, Tolima y Santander: Conservatorio del Tolima, Universidad de Ibagué, Universidad Pedagógica Nacional, Pontificia Universidad Javeriana, Universidad Nacional, Universidad Autónoma de Bucaramanga, Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Universidad Externado de Colombia, Universidad EAFIT, Universidad INCCA, Universidad de Antioquia, Universidad del Valle y Universidad de Caldas.

Se resalta igualmente la participación de dinamizadores y relatores de las diferentes líneas temáticas, provenientes de la Universidad Tecnológica del Chocó, la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, La Universidad Autónoma de Colombia, la Universidad Pedagógica Nacional, la Universidad Distrital Francisco José de Caldas y el Centro de Documentación Musical.

Los artículos -que recogen las intervenciones en conferencias, ponencias y paneles- dan cuenta de los planteamientos, los referentes conceptuales y teóricos y los debates a que dio lugar el coloquio: propuestas de investigadores con una nueva mirada sobre la investigación-creación, la formación y el desempeño profesional en música, quienes con capacidad crítica y sólida fundamentación aportan nuevos niveles de comprensión sobre el tema; es el caso de las presentaciones de Rubén López Cano, Luis Gabriel Mesa, Carlos Miñana, Fernando Gil Araque, Carolina Santamaría y Santiago Niño. Socialización de trabajos investigativos que dan cuenta de la diversidad que existe en el seno mismo de la academia musical, de los múltiples objetos y contextos de estudio, y de la diversidad de perspectivas conceptuales y metodológicas: las ponencias de Avril Esnehyder Cotacio, María Victoria Casas Figueroa, Luz Dalila Rivas y Luz Helena Aristizábal Villegas arrojan luz sobre problemáticas específicas referidas a la educación musical en su relación con los campos de acción laboral y profesional de los músicos. Reflexiones que integran los escenarios de creación y ejercicio profesional con nuevas tecnologías, formación, investigación, saberes y prácticas, economía y hábitos de consumo, aportadas por Alejandro Mantilla y Jorge Franco desde una experiencia institucional de indudable trayectoria, pertinencia y relevancia para el país y para el medio musical, como es el Plan Nacional de Música para la Convivencia. Respuestas innovadoras a las problemáticas de la profesión musical resignificadas a partir de historias personales que armonizan búsqueda, autorreflexión, experimentación y capacidad de emprendimiento, como fue el caso de Sergio Andrés Hernández, Jorge Sossa, Maurizio Colì, Juan Carlos Marulanda, Mauricio Torres y Julián Vargas. María del Rosario Hernández presentó la experiencia cubana, que sin duda constituye un excelente ejemplo de reconocimiento político, social, cultural y académico de la música como profesión; Ana María Romano realizó una intervención sobre el arte sonoro que cuestiona de manera sustancial los presupuestos y cánones de la estética y la creación musical; la participación de Carlos Garzón sometió a discusión los problemas de la profesionalización de los músicos tradicionales, e Iván Benavides proporcionó una interesante y documentada perspectiva del desarrollo (o la falta de él) de la industria cultural en Colombia.

Las reseñas biográficas de los autores, que pueden consultarse en el link respectivo, evidencian la calidad y variedad de su formación, experiencia y trayectoria profesional e investigativa, lo cual constituye sin duda un valor agregado a las publicaciones del presente número.

Las mesas de trabajo y los paneles fueron dinamizados por Ana María Arango, Ricardo Lambuley, Gloria Patricia Zapata, Jaime Quevedo y Ligia Asprilla.

Las relatorías, elaboradas por Diego Fernando Forero, Nelson Cayer, Bibiana Delgado, Daniel Enrique Sanabria y Judith Andrea Forero, recogen las principales discusiones, conclusiones y proyecciones del coloquio en cada una de sus líneas temáticas y especialmente, las consideraciones expuestas en las mesas de trabajo. Vale la pena destacar la necesidad de dar continuidad a este ejercicio de pensamiento crítico que, desde la reflexión sobre música y profesión, llama a la acción: a la organización del sector musical del país; a la transformación de modelos educativos, proyectos y prácticas desde lo contextual, pedagógico y tecnológico; a la revalorización de cánones estéticos; al empoderamiento de la creación y la investigación como formas de producción de conocimiento en el campo musical; a la recuperación y revalorización de la memoria musical como patrimonio inmaterial; a la ruptura de fronteras entre músicas tradicionales, académicas y populares; a la ampliación de los escenarios profesionales y laborales de los músicos y a la inserción de los músicos profesionales en la industria cultural.

El texto de convocatoria del coloquio, que fue discutido por integrantes del Comité Organizador del Centro de Documentación Musical, la Universidad Externado de Colombia y ACIMUS, da cuenta de su enfoque y alcance:

“La Música como profesión – Diálogos interdisciplinarios, es un proyecto académico-editorial que apunta a abrir espacios para visibilizar y fundamentar las problemáticas que existen en Colombia respecto al desempeño profesional de la música en variadas perspectivas de análisis… En la música se expresan plenamente la complejidad, la diversidad y la riqueza cultural de nuestro país; la música se despliega en múltiples dimensiones como arte, disciplina, creación, investigación, forma de comunicación y socialización. Resulta por ello paradójico el contraste entre el lugar social de gran relevancia que ocupan la música y los músicos, frente a los prejuicios socioculturales que persisten respecto a la carrera y al ejercicio profesional en el campo. Si bien debe celebrarse que en Colombia se haya consolidado el surgimiento de numerosos programas universitarios de música, con variados enfoques y proyectos de formación, resulta imperativo preguntarse: ¿Cuáles son las posibilidades de desempeño profesional para los egresados de dichos programas? ¿La elaboración de las propuestas programáticas y el diseño de los perfiles se nutren desde las demandas y necesidades del contexto local, regional y nacional?

La música, al organizarse por especialidades disciplinar y pedagógicamente, se ha asimilado al proceso que han presentado otras áreas del conocimiento, pero no ha dado respuesta a las demandas del contexto, por lo cual dichas especialidades no cuentan con campos equivalentes de acción profesional y desempeño laboral. ¿Exigía el contexto socio-cultural la formación, por ejemplo, de compositores que no interpretan ni investigan? ¿O, tal vez, la de intérpretes que no compongan ni sean pedagogos? ¿Era necesario constituir un campo de musicólogos que no interpreten ni compongan? ¿O se requería pensar la formación musical en términos más holísticos y de competencias transversales?

Por otra parte, el ámbito de la Educación para el trabajo y el desarrollo humano (educación no-formal), así como el Plan Nacional de Música para la Convivencia se han constituido en opciones de formación alternativas y complementarias de notable alcance y cobertura, con resultados de los que se nutre la academia: adolescentes y jóvenes que han alcanzado niveles de desempeño musical, tanto en la interpretación como en la dirección y los arreglos, pero que –al igual que quienes provienen de las estructuras educativas formales- no cuentan con agrupaciones musicales en número suficiente para dar continuidad a su desarrollo a través de una actuación laboral y profesional. Esta situación, sin embargo, puede constituir un punto clave para la discusión sobre las lógicas, las estructuras, los criterios y los mecanismos oficiales de validación de los saberes.

En un contexto macro, resulta innegable que la industria cultural, las nuevas tecnologías y los medios masivos de comunicación están transformando aceleradamente las formas de creación, interpretación y percepción musical y de hecho, las posibilidades de ejercicio profesional de la música.

Lejos de emitir juicios acerca de los currículos de educación musical, el encuentro se propone, por una parte, recoger los elementos históricos que permiten mayores niveles de comprensión de la problemática y por otra, reconstruir el mapa contemporáneo en el cual la afición, el oficio y la profesión, a la vez se superponen, entrecruzan, dialogan y pugnan, convergen y divergen, a través de desempeños y realizaciones que conllevan distintas concepciones de formación y de práctica musical.

Al ser flexibles las fronteras entre la música y otras prácticas y campos del conocimiento, se proponen diálogos alrededor de seis ejes que abordan la profesión musical frente a: (1) el oficio, los saberes y las prácticas; (2) los modelos de formación musical; (3) los espacios de desempeño laboral; (4) las memorias de la música; (5) los diálogos interdisciplinares desde la profesión musical y (6) el diálogo de saberes, conocimientos y ciencias desde la música.

El carácter interdisciplinario del evento se manifiesta en los diversos ámbitos desde los cuales se aborda la problemática; en la participación de conferencistas que desarrollan variadas facetas del tema tanto desde la música como conjunto de prácticas y saberes, como sobre la música, visualizada desde otras disciplinas y campos del conocimiento; en la reflexión sobre las dinámicas culturales en las cuales está inmerso el ejercicio de la música y en el análisis de los factores políticos, sociales y económicos determinantes en la problemática de la música como profesión. Es el momento para cuestionar los mecanismos de utilización de la música y las lógicas de la división del trabajo por las que se perdió su relación con otros saberes, conocimientos, disciplinas y ciencias. Resulta así urgente preguntarnos: ¿cómo recuperar la música como un punto de mira y de relación con otras disciplinas?

El carácter de diálogo se define por la metodología que integra una visión marco a partir de ponencias centrales que aportan un nivel de fundamentación y bases para preguntas e intervenciones, así como paneles y mesas de trabajo animados por un dinamizador que propone y dinamiza el diálogo, los debates y las propuestas con base en un tema”.

Ligia Ivette Asprilla
Coordinadora Editorial
Revista A Contratiempo


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