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Celebrando dos trayectorias de formación e investigación

Néstor Lambuley Alférez: Coordinador Proyecto Curricular de Artes Musicales y Carlos Dueñas: Decano Facultad de Bellas Artes Universidad Pedagógica Nacional

2013-12-15 / Revista Acontratiempo / N° 22
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Celebración de los 20 años Proyecto Curricular de Artes Musicales 1993 - 2013

Facultad de Artes ASAB Universidad Distrital "Francisco José de Caldas"


A través de sus 20 años de existencia, el PCAM ha sido un referente significativo en las nuevas propuestas y paradigmas de la educación musical en Colombia. Desde sus inicios ha generado diferentes maneras de articular la educación universitaria con las prácticas musicales del contexto cultural de la ciudad y el país, interactuando y aportando a las dinámicas interpretativas, creativas e investigativas, de acuerdo con las necesidades que demandan las diversas comunidades musicales.

Afiche conmemorativo

En respuesta a los procesos de educación musical contextualizada de tipo “No Formal”, desde la Secretaría de Educación y luego desde el Instituto Distrital de Cultura y Turismo, se crearon las Escuelas de Arte del Distrito Especial de Bogotá. La Academia Emilio Murillo y la Academia Luis A. Calvo -ALAC- centraron sus propósitos en la formación en instrumentos de la música andina colombiana y posteriormente en las músicas regionales del país, generando así la confluencia de músicos de alto reconocimiento en el ámbito de lo popular, así como la emergencia de una comunidad en busca de herramientas técnicas e interpretativas de los instrumentos llamados folclóricos. La Academia Emilio Murillo desapareció hacia mediados de los 80 y sobrevive la ALAC, que permitió la creación de un proyecto paralelo denominado “Plan Piloto”, bajo la concepción de la formación integral en músicas del ámbito caribe iberoamericano. Este proceso se inició en 1983 y culminó con la creación y aprobación del Programa de Formación Universitaria en Músicas Caribe-Iberoamericanas, en 1991. Este proyecto es fruto de la tradición de la ALAC y a su vez, de la experiencia investigativa y pedagógica proporcionada por sus docentes fundadores, Alejandro Mantilla Pulido, Alfonso Dávila Ribeiro, Néstor Lambuley Alférez y Jorge Sosa Santos, bajo la orientación del maestro Samuel Bedoya Sánchez, quien falleció en marzo de 1994.


El programa se posicionó como una apuesta político-cultural por visibilizar y potencializar músicas que antes no estaban presentes en el panorama de lo académico universitario, no sólo desde sus repertorios, sino articulados a sus estéticas y lógicas de conocimiento. Se convirtió en una alternativa de formación para músicos de oficio en el ámbito popular y en otra forma de aprendizaje de las músicas. Sus clases iniciaron en el primer semestre de 1993 por convenio entre la Universidad Distrital y el Instituto Distrital de Cultura y Turismo. En diciembre de 2005 por el Acuerdo 006 del Consejo Superior Universitario se creó la Facultad de Artes -ASAB- con tres programas de pregrado: Artes Escénicas, Artes Plásticas y Artes Musicales. Esta etapa trajo consigo nuevas y difíciles maneras de abordar problemas de índole administrativo y académico en el marco amplio de la universidad y al mismo redimensionó los tópicos de lo legal, institucional y lo específicamente cultural y musical enmarcado en la gestión de facultad y de institución universitaria.

Magnolia

Proyecto Curricular Artes Musicales, singular e innovador



En el marco de la universidad pública, el Proyecto Curricular de Artes Musicales de la ASAB, se ha constituido en un espacio necesario y pertinente, toda vez que los programas que ofrece están en concordancia con la Bogotá-Región, debido a la diversidad cultural y musical de la misma, frente a un proyecto curricular incluyente, cuyos contenidos y metodologías toma en cuenta el bagaje musical de los estudiantes, las expectativas de las comunidades educativas, a través de una amplia cobertura regional y nacional, articulando los perfiles de los egresados con las prácticas musicales en contexto.

El programa se propone establecer un dialógica entre la música académica presente en los sistemas educativos, la música contemporánea y las músicas populares, estableciendo puntos de interacción y mutuo aporte en los procesos de sistematización, interpretación y creación.
La inclusión de diversas prácticas musicales y la transversalidad existente entre los campos de conocimiento disciplinar, humanístico y contextual, dan cuenta de una manera potente de construcción del conocimiento en función de un objeto de estudio.

…tantas veces flotando en el aire frío…

Músicas regionales en Colombia, sistemas musicales, ensambles, talleres, seminarios y espacios académicos electivos de músicas populares y urbanas, armonía popular y múltiples trabajos de grado relacionados con las prácticas y análisis de las músicas del presente, aportan a sus formas de conocimiento, sus miradas estéticas y sus procesos de apropiación. De igual manera, en el estudio de instrumentos musicales y repertorios propios de tradiciones locales de Colombia, así como de músicas masivas transnacionales (bandola andina, arpa llanera, cuatro, tiple, percusión caribeña, charango, batería, guitarra eléctrica y bajo eléctrico) y los instrumentos de tradición europea, se inscriben los géneros de los sistemas musicales populares, en diálogo con los repertorios de la música académica. Los músicos invitados a nuestro espacio han aportado la esencia y la razón de ser de las músicas. Así, en cada semestre y año, nuestro proyecto promueve eventos (“La música como tejido social”), prácticas académicas (salidas de campo) y publicaciones (Colección Musicasab), que van integrando los saberes extracurriculares con las prácticas de la academia.

Los espacios académicos del PCAM han sido y son alimentados por proyectos de investigación y de creación, evidenciando la constante dinámica de los contenidos curriculares y su conexión con la realidad musical, involucrando lógicas y repertorios que nutren los espacios comunes colectivos y posibilitan procesos creativos e interpretativos de altas calidades en los estudiantes. De igual manera, todas estas prácticas artísticas (docentes, estudiantes) impactan de manera positiva y constante el medio local, regional e internacional. Muestra de la incidencia del Proyecto Curricular en el contexto local y nacional, está en los cambios y transformaciones que se han generado en las diferentes convocatorias, donde los instrumentos tradicionales y populares han sido incluidos por la alta calidad interpretativa de los estudiantes, docentes y egresados del proyecto curricular, que a su vez han conformado agrupaciones de reconocido nivel y trayectoria nacional e internacional.




Nuestros egresados han logrado configurar una red importante con la misma universidad y las instituciones que imparten formación musical y promueven prácticas artísticas. Sus vínculos con el Ministerio de Cultura, Centro de Documentación de Música del mismo, IDARTES, Batuta, Academia Fernando Sor, entre otros, dan cuenta de su cobertura. De igual manera están nuestros programas de extensión como la Academia Luis A. Calvo y el programa de Preparatorio en música de PCAM, que acogen a los egresados de la ASAB y constituyen su planta docente, dinamizando procesos pedagógicos, conciertos y actividades con los grupos y ensambles que giran alrededor de proyectos artísticos de gran incidencia en el medio. Recientemente, la movilidad docente y estudiantil se promueve como hecho importante en la construcción del conocimiento y en relación con la internacionalización del currículo.

El proyecto de profesionalización Colombia Creativa, ofrecido por el PCAM e iniciado en el 2009, ha permitido poner en evidencia no sólo la incidencia de la universidad en los músicos destacados de nuestro país, sino que ha propiciado la interacción, el vínculo y el aporte de estos artistas al programa. Se construyen espacios académicos de gran valía para asimilar la experiencia y la calidad de sus estudiantes y así generar el escenario propicio para el diálogo de saberes que provienen de las comunidades musicales del contexto, que se integran a nuestros procesos y luego van a sus propias prácticas como se ha evidenciado a partir de los trabajos de grado y sus implementaciones en diferentes localidades, instituciones y eventos.

Merengue maco para saxofones altos, tambora y güira dominicana

En julio de 2013, el programa obtuvo su renovación de registro calificado, donde se ponen de presente la flexibilidad académica y la formación integral, para seguir trabajando en nuestras fortalezas y continuar así autoevaluando juiciosa y críticamente las debilidades y problemáticas en pro de la construcción cotidiana de nuestro proyecto y su impacto cultural. Incrementar las prácticas investigativas y los procesos de creación como ejes en la transformación constante del PCAM son una necesidad. Lo es también la vinculación de un mayor número de docentes de planta y de tiempo completo ocasional, que se hace indispensable para articular de una manera eficiente la docencia, extensión, investigación y creación, para generar así un sentido de pertenencia en la comunidad académica del Proyecto.

Los retos del presente y los debates con la universidad, han propiciado la reflexión y la búsqueda de maneras de hacer pedagogía, de cómo exigirle a la universidad pública las condiciones aptas para impartir una educación artística de calidad (planta física, laboratorios) desde los inicios hasta las ciclos post graduales, y que los procesos administrativos estén en función de lo académico. Hoy hemos crecido pero nos seguimos construyendo e interrogando sobre los caminos de la formación musical en la búsqueda del empoderamiento de las prácticas artísticas que dignifiquen a los músicos y artistas de nuestro país.

En 2013 el PCAM celebra sus dos décadas de trabajo ininterrumpido en el campo académico y artístico, compartiendo con las instituciones académicas, con los movimientos artísticos del país y con los sectores culturales, diferentes eventos que den cuenta de la presencia e incidencia de nuestro proyecto en la vida musical de nuestro entorno.


Testimonio y memoria, encuentros del presente y redes, prospectiva e instituciones, representan tres momentos de nuestro transcurrir y existir, desde los cuales se organizan nuestros eventos académicos y artísticos abiertos para toda la ciudad y el país en el presente año.

Como egresado de la Universidad Pedagógica Nacional, resalto una intención explícita de nuestro queridísimo maestro Carlo Federici, que ha significado un ruta para las búsquedas y actitudes en nuestras travesías académicas y artísticas: “sigamos siendo”.

NÉSTOR LAMBULEY ALFÉREZ

Coordinador Proyecto Curricular de Artes Musicales
20 años Proyecto Curricular de Artes Musicales 1993 - 2013
Facultad de Artes ASAB

Universidad Distrital Francisco José de Caldas




Cuarenta años formando los mejores licenciados en música, del país.

Facultad de Bellas Artes Universidad Pedagógica Nacional


Afiche conmemorativo

Aunque tiempo atrás venía gestándose, en 1973, la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) vio nacer el programa de Licenciatura que formaría a partir de entonces a los profesores de música que entrarían a ocupar espacios escolares que tradicionalmente ocupaban profesores de otras áreas, que por sus aficiones o aptitudes, estaban en condiciones de enseñar música y canto.

De la primera promoción de licenciados se graduaron 7, aun activos, después de 40 años, en aulas y otros espacios de formación.

La artífice principal, aunque con el concurso y apoyo de otros maestros, del proyecto de Licenciatura fue María Isabel Reyes, junto con otros maestros. María Isabel, experta en el método Orff, creyó en la música como un elemento fundamental en la formación de los docentes, pero, sobre todo, en los procesos de formación de la niñez.

Al mirar hacia atrás, desde la visión que tenemos hoy de la educación artística, en general, nos damos cuenta que el programa de licenciatura ha tenido los cambios acordes con los momentos históricos y las dinámicas sociales y culturales. Igualmente se ha movido al ritmo de los cambios propios de la Universidad Pedagógica y de las políticas educativas del país. Son transformaciones que responden a la ampliación cada vez mayor de la mirada sobre el país, sobre las maneras de hacer la música y su enseñanza, de los diálogos académicos con otras instituciones del país y de la región, pero también de otras partes del mundo.

Programa conmemorativo

Aquellas discusiones, acerca de la relación música-pedagogía han ido quedando atrás en la medida en que se ha ido avanzando en la comprensión de que  el artista en nuestro contexto, independiente de su origen académico, termina acudiendo a la docencia como un soporte laboral fundamental con relativa estabilidad. Hoy, en discusiones y encuentros académicos en diferentes escenarios del país, hemos puesto sobre la mesa esta realidad y ya es reconocida abiertamente. Hoy, ya son muchos los músicos que reclaman y necesitan la formación docente. Y la Facultad de Bellas Artes de la UPN, desde hace 40 años ha dado respuesta a esta necesidad. Otras universidades están dando el paso a la formación de sus músicos en el ámbito pedagógico-educativo.

Pero por otro lado, vemos también con satisfacción, que en estos 40 años también hemos formado al músico. Muchos de nuestros egresados decidieron, al lado de la docencia, dedicar su vida a la producción musical, desde la composición, la dirección y la interpretación. En muchos casos, estos egresados han tenido reconocimiento en el medio musical y en el ámbito cultural, no solamente nacional, sino internacional. Podríamos nombrar a los más destacados, pero siempre a riesgo de dejar nombres por fuera.

De igual manera, muchos de nuestros egresados tomaron rumbos diferentes y hoy los vemos ejerciendo cargos de dirección y gestión en los campos educativo y cultural en entidades públicas y privadas. Otros reorientaron su formación académica y combinaron la música y la pedagogía con otras disciplinas, y se dedicaron a la investigación y la docencia en otros campos, pero, tal como podemos verlo, siempre en relación con su formación de base.

Es difícil calcular cuántos docentes egresados de la Licenciatura trabajan en la básica primaria o secundario o en la media. Cuántos están vinculados a otros proyectos curriculares de formación de músicos en pregrado. Pero es cierto que también un buen número de egresados han sido artífices de estos proyectos. Solo en Bogotá existen doce programas de formación de pregrado en música, incluido el de la UPN, y en la mayoría de ellos hay egresados de nuestra Licenciatura. En nuestro cuerpo profesoral contamos con más de veinticinco, que se ocupan de la formación de los nuevos licenciados, en diferentes áreas: pedagogía, teoría musical, instrumentos, investigación, cursos de extensión, etcétera. Es decir, aquello que se ha sembrado desde hace 40 años, hoy se recoge también al interior de nuestra propia casa. La experiencia de años de docencia en básica y media, el ejercicio musical sobre los diversos escenarios del país, la formación post-gradual y complementaria en campos afines a la educación y las artes, han permitido a nuestros profesores egresados de la Licenciatura, ir haciendo relevos generacionales necesarios para la transformación de la formación de los nuevos docentes en música.


Pero también contamos con un grupo de profesores, que si bien no se formaron con nosotros, si encontraron en el proyecto de la Licenciatura un espacio de trabajo que plantea unos retos importantes, relacionados con el perfil de formación. Músicos, muchos de ellos, otros provenientes de las ciencias sociales y otros campos, han ido aportando desde sus conocimientos, pero también, sin temor a equivocarnos, desde sus preocupaciones y reflexiones de orden pedagógico.

Sin embargo, sin estudiantes no tiene sentido la Universidad. Hoy hay alrededor de 370 estudiantes matriculados en la Licenciatura en Música. Cada semestre se presenta un promedio de 400 aspirantes, que ven en la UPN una opción para su formación. Además tenemos cerca de 200 estudiantes del programa de Profesionalización que desarrollamos en convenio con el Ministerio de Cultura, provenientes de diferentes regiones del país. Hay numerosos matriculados en cursos de extensión, entre niños, jóvenes y adultos.  En 2014 estaremos ofertando nuestra primera maestría en Música, Formación y Diálogos Culturales.

Por las oficinas de la Licenciatura también han pasado muchos funcionarios. Debemos reconocer sus aportes y su apoyo para el buen funcionamiento de la Licenciatura.

Una mención necesaria a la Casa de El Nogal. Este ha sido el espacio de la Licenciatura. A pesar de múltiples roces con los vecinos, que fueron en crescendo desde 1973 hasta nuestros días, la Casona tiene un valor simbólico muy especial para quienes hemos estudiado o trabajado en la Licenciatura. Deteriorada por el paso del tiempo –aunque con la esperanza de la recuperación en los próximos meses- sigue siendo un lugar de encuentro, de buen trato, de amistad, de compañerismo, pero sobre todo de construcción de pensamiento. Allí, particularmente, sería absolutamente emocionante oír hablar a las paredes.

Hoy, con toda sinceridad y convicción, y más que nunca, me siento orgulloso de ser egresado de este programa y mis deseos son porque perdure por muchos años más. Que sigamos formando a los mejores licenciados en música del país. Que mantengamos la mística propia del docente. Que seamos capaces de comprometernos con la transformación de esta sociedad, desde nuestras aulas, y desde los lugares donde estemos situados como Licenciados. Que mantengamos nuestro propósito de incidir en las políticas educativas relacionadas con las artes y logremos un día un reconocimiento serio y explícito del papel de las artes en la formación de la persona, en todos sus aspectos.

Feliz aniversario

Carlos Hernando Dueñas
Decano
Facultad de Bellas Artes
Universidad Pedagógica Nacional

 


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